Concepto

¿Cómo un promotor evita sucumbir al encanto de la simple decoración?

¿Cómo puede hacerlo sin complementos artificiales, en vez de vestir un espacio con poesía, serenidad y cuidado, de tal forma que las paredes encajen perfectamente como hechas a la medida?

Para el promotor, la clave es aplicar su propio estándar riguroso para satisfacer las necesidades del cliente.

El promotor tiene el deber de estudiar la cultura local, para sumirse en la creación de cada nuevo proyecto, para atender las sensaciones evocadas en las mentes y cuerpos de la gente que lo habita, y nunca perder de vista su identidad. La belleza no es inherente a la trivialidad de la abundancia, pero si lo es en la delicadeza, la rareza, y la moderación.